Jerusalén.
Semeja un gigantesco cementerio,
antiguo y vestigioso .
Ningún féretro viene a yacer .
Los árboles pétreos
vigilan el paso del simún .
El cielo sin nubes , kipa celeste
paróa la raza de David ;
lienzo azul para moros.
El viento pasa entre las piedras
y edificaciones marmóreas,
dejando un rumor de soledad .
El sol enciende los guijarros ,
y oscurece el rostro de palestinas ,
que miran los olivos del este
y piensan en rancias generaciones .
Domo de la Roca , de oro luminiscente.
El cimborio toma la luz de las arenas
y el matiz de las estrellas .
Un manso asno camina
para el Santo Sepulcro ,
pero se pierde por los recovecos
con paso torpe de renqueante .
Va el pollino entre muro calzadas y peldaños.
,
Por aquellos , de una alberca ,
un ángel movía sus aguas.
El primero en lanzarse
limpiaba sus padecimientos .
Acaso , entre las tobas seculares ,
¿ se descubrirían monedas de cambistas o de César ?
Moshe Dayan
oteaba con un ojo solitario,
desde el desierto hasta Jerusalén.
Jasser Arafat mudaba su piel ,
pero su designio era medular :
La paz con Palestina estado
consumirá la guerra .
Cisjordania escuchará
palabras terrenales y palabras celestes .
Monte de los Olivos
se esparse un cántico ecléctico
que dulcemente enlaza , ,
a occidente , musulmanes y semíticos.
Una melodía angélica
con resonancia de aguas jordánicas,
de suaves tonos y trémulos compases
evocadores de Escipiones
con los cascos resonantes de los corceles .
Memoriales de los Magos tras la estrella.
y un arrullo de nanas en olores
de pienso y freza .
Un sentido lamento en la noche mágica :
" Jerusalén , Jerusalé ,
cuantas veces
quise abrigarte bajo el ala
como a los polluelos ".
lunes, 18 de septiembre de 2017
sábado, 9 de septiembre de 2017
AMENAZA DE HURACAN
Del poemario Esencias de los hogares
Se acercaba a Antillas huracán .
Con fuerza e ímpetu cinco, el torbellino.
En el hogar, la inquietud como afán.
Tapiaban ventanas, era el destino.
Después se comía: pan , queso y café .
La noche con zumbidos y sin luces.
Restallaba lluvia y furia sin fe .
La madre, en murmullo oraba de bruces .
Lumbre hogareña vigilaba horas.
Hasta que nos echábamos con sueño.
Soñábamos con mares bravo y olas
En la mañana, el otoño hogareño
el jardín mustio, ya muertas las flores .
En el alma y ánimo tales dolores
Se acercaba a Antillas huracán .
Con fuerza e ímpetu cinco, el torbellino.
En el hogar, la inquietud como afán.
Tapiaban ventanas, era el destino.
Después se comía: pan , queso y café .
La noche con zumbidos y sin luces.
Restallaba lluvia y furia sin fe .
La madre, en murmullo oraba de bruces .
Lumbre hogareña vigilaba horas.
Hasta que nos echábamos con sueño.
Soñábamos con mares bravo y olas
En la mañana, el otoño hogareño
el jardín mustio, ya muertas las flores .
En el alma y ánimo tales dolores
sábado, 2 de septiembre de 2017
BOLSAS
Del poemario Esencias de los hogares
Ahora que las venden
y no las ofrecen.
Aparecen súbitas
y descansadas ,
dejadas u olvidadas
en los puntos del hogar,
donde reclaman inmutables ,
una presencia en su abandono.
Ahora que las venden
y no las ofrecen.
Aparecen súbitas
y descansadas ,
dejadas u olvidadas
en los puntos del hogar,
donde reclaman inmutables ,
una presencia en su abandono.
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