Cuando Fidel Castro se reunió con el Papa Juan Pablo II en Cuba, en conversación privada, ocurrió algo que estremeció la conciencia del Sumo pontífice. Nunca antes un jefe de estado había descargado frente a su integridad, la absoluta y verídica evidencia, engranaje, naturaleza estratégica y táctica del interior de su gobierno.
Como se sabe, los altos dignatarios tienen un encuentro sucinto, donde se intercambian presentes y saludos y buenos deseos. A veces, hay audiencias privadas de corto tiempo. Pero no se da lo que ocurrió en Cuba. Castro, según sugiere el escritor francés Ramone, en su libro, Entrevista a Fidel Castro, había preparado un manual o redactado un prontuario secreto que entregaría al Santo Padre personalmente.
El Papa Francisco tuvo conocimiento del epítome en el Vaticano y también fue convencido de la sinceridad con que se expresan los hechos ocurridos y por acontecer.
Hoy el mundo es informado de un hecho histórico, que promovió las notas manuscritas por Juan Pablo II en el breviario que Fidel destinó al obispo de Roma. Nunca sabremos de esas glosas, pues la sede del estado religioso cela sus esotéricos haberes.
Frente al bloqueo por 53 años y la desaparición del sustento económico de la antigua Unión Soviética, el gobierno de Cuba, comenzó a explorar ciertas medidas con la esperanza de que resultaran efectivas en la forma en que se iban aplicando.
La preocupación de los estrategas no era alcanzar un avance financiero, aunque quizás pudieran producir algún tipo de efecto económico positivo. El gran objetivo que se perseguía era poder ofrecerle al pueblo, una vida llena de vida y valores trascendentales, que fortalecieran a la gente, en el desarrollo de un gusto por el vivir en gozo de las bienandanzas sociales. Fortalecer su sentido ético, que como hombre nuevo, aquel orgullo nacional pudiera fijarse profundamente en su ser. Que sus hazañas en el deporte asombraran al mundo y, consiguiendo gloria para su país, ahondaran en sus sentimientos de sentirse orgullosos de ser cubanos. La misma pasión ha de explayarse mediante las artes, pintura, música y literatura.
Cosa que no estaba ocurriendo en los demás pueblos del caribe, donde el crimen, la drogadicción, las deudas con los bancos internacionales, los políticos en la defensa de sus intereses particulares avasallaban en la angustia colectiva a los pueblos privándoles del disfrute de seguridad y trabajo y por ende mermando el buen vivir como se conoce en Bolivia.
En Cuba enseñaron al pueblo, que el mayor recurso de la sociedad es el ser humano. Ellos diseñaron los programas que irían a rendir sus frutos por casi todos los países del mundo. Descubrieron jóvenes de ambos sexos, de mentes brillantes y talentosos. Se instalaron en diversas universidades para prepararse en las carreras de medicina, con especialidades en dermatología, oftalmología, neumología y otros campos de facultades, así también, promovieron ingenieros, científicos, investigadores todos preparados en ética social y comunitaria. Una vez graduados, eran enviados a los países que los reclamaban para desempeñarse en la ayuda humanitaria que se le asignara.
Muchos gobiernos retribuían a Cuba con aquellos ingredientes que la isla carecía: petróleo, gas, productos alimentarios, materiales para construcción, herramientas, maquinarias agrícolas, etc. Brasil en agradecimiento por las faenas desarrolladas en pueblos y campos, de estos misioneros de la ciencia; construyó en Cuba, uno de los puertos más modernos del caribe.
El buen vivir de Cuba no se basa en la prosperidad materialista. Es un buen vivir en la dimensión espiritual, donde cada uno de los ciudadanos extiende al otro, su mano para el disfrute de la amistad y la vida, para darle al país, las características de atractivos mundiales al turismo que vienen buscando amabilidad, sonrisas y atenciones y sobre todo seguridad y la alegría de vivir en armonía.
Estos elementos constitutivos de la hermosa isla de Cuba, han vuelto a resurgir y a encarnarse en una sociedad demográfica real y tangente, porque antes estuvieron figurando, según la leyenda, en el bue vivir del desaparecido continente de la Atlántida según datos narrado en los Diálogos de Platón. Contemplemos esta alusión a hechos de aquellos tiempos.
" Los dioses helénicos y sus padres los atlántidas eran como digo
favorables al hombre en libertad y propicios al bien. Vivir era bueno
y era hacer alguna clase de bien -- Desde el descubrimiento del fuego--
es decir de la obtención artificial del fuego-- la humanidad fue
creciendo fabulosamente en la dirección del bien hasta que apareció
Typhon, una forma de fuego que nos llegaba de fuera del sistema solar
y que lo destruyó casi todo ".
( Ramón J. Mendel, Tanit, pág., 145, edt., Planeta )
El presidente Putin de Rusia, refiriéndose a las intenciones de la O.T.A.N. sobre su país. acaba de construir la siguiente genial imagen, en su conferencia anual frente a periodistas del mundo :
" Siempre buscan ponerle cadena al cuello del oso, sacarle los dientes y las garras, para apoderarse del bosque ".
A Cuba trataron de arrebatarle el machete de las manos de los campesinos e inutilizarle la bicicleta de su transportación, para acabar con su agricultura y estropear la voluntad del viaje de su inteligencia.
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