Era una mañana de sol colegial.
Tú buscaba que yo cantara.
Casi me concitaba
contra mi voluntad.
Deseabas escucharme.
Yo estaba convencido que no cantaba.
Me habían oído entonar
a orillas del lago.
Tú tenías esas noticias.
Entonces, te enfadaste.
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