Del libro Ciudadanos de Lares :
Samuel Reyes,
una teja
en el imbricado de Lares.
Así como se fue construyendo
el pueblo,
y nacieron los ascendientes
autóctonos y aparecieron los matices,
los hábitos, los ungidos colores,
los verdes y el frescor de los ríos
y la gente vieja y las nuevas generaciones.
Samuel Reyes recogía en su espíritu
las esencias del pueblo.
Su pensamiento recrea las perennes
imágenes,
y figuran casas, calles y voces.
En ese pueblo se fue forjando
desde su niñez,
una depurada actitud
para el deporte.
Samuel Reyes, que duplicaba
su vivencia frente al rumor del mar
y, respiraba aire con olores de gaviotas
y, divisaba los elevados hoteles
del Condado,
reclinado sobre las balandras
de su balcón cerca de las nubes.
Acostumbraba recorrer países
en sus viajes de negocios.
Se confortaba en la alegría
de las grandes ciudades
y entre las fastuosas lumbres
o frente a la fuente de aguas saltarinas,
retrotraía su pensamiento
a las imágenes del pueblito medieval.
Solía escuchar, decía,
el tañir de las vetustas campanas
y le asaltaba a su oído
el antiguo pregón
de Juanito : " De bollito el pan ".
Samuel Reyes,
en la tarde cae la nostalgia
y el rumor de Lares
caía entre su espíritu.
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