Me encuentro en cuarenta.
Esta fuerte unidad de cuatro,
echa sobre mi raqueta,
presagio de la victoria.
ventaja le decimos,
advantage, en inglés,
avantage, en francés.
Como la luna
es embustera,
esta cifra de cuarenta
que sólo ostenta
tres puntos
en su registro.
Es momento de nervios tensos
y, vigila uno, los envíos,
buscando vulnerabilidad
en ciertas zonas.
Asoma la esperanza,
se alarga el boleo,
se estanca el progreso.
Estamos inmerso
en la batalla :
un silencio recorre el campo.
Sólo se escucha
el viento y los batanes
de don Quijote,
escenificados por raquetas.
En la suerte de un error
alcanzamos de nuevo
la ventaja.
Nos empapa el rocío
de soles.
Nos abrasa las llamas
del esfuerzo.
Siente uno, en contraste,
un frío en los tobillos.
Controlamos la defensiva,
afinamos la ofensiva
buscando la pureza del juego,
que nos traiga en la red,
el pez dorado.
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