domingo, 26 de febrero de 2012
Reflexión del poemario sobre el mar
El elemento poético es el valor más eterno que registra la literatura. Las ideas pueden mover a la segregación, pueden causar gesto de incredulidad y, pueden estimular el rencor, aunque pueden, también, exhibir manifestaciones de adhesión. Pero el soplo poético, une y abraza a todos dentro de un aire grato, dentro de una atmósfera vital. Eterniza la creación. Muchas ideas que virtuosos intelectos expresaron en la palabra escrita, el tiempo estampó en ellas su pátina y hoy lucen decrépitas frente a otras de renovadas perspectivas. Pero por ejemplo, el hálito poético de la Ilíada creada diez siglos antes de Cristo, sigue emocionando y apresando a los espíritus en el mismo redil, con la concurrencia de la satisfacción del estro.
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