Eran lágrimas
de profundo sentimiento.
Llanto de la conciencia
alos ojos.
Aunque toda aquella sociedad,
ocupaba la imagen temblorosa,
de una multitud apenada
y, reverberante en los palcos,
todos apresados en unos ojos
grises y cristalizados.
Sacudían los tiempos
con estruendosa ovación.
Agassi, en su antigua figura
emblemática, recogía
en él, a todos los tenistas :
" La tabla informa que perdí,
pero no dice cuánto los amos,
a ustedes y los del mundo.
Cuánto el tenis me ha prodigado".
Su esposa y las criaturas,
le rendían honores.
Aún con la raqueta
en su hábil brazo,
con la que trazó a golpes
todos sus triunfos,
dijo adiós
y, Agassi pasó a la historia.
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