Mar isleño
que vives en azul
la fantasía del matiz.
En las palmas
acocadas de mis manos,
recojo tus aguas cristalinas.
Nada de azul, nada de verde.
Luz y cielo
te croman de azul verdoso
en aleación mágica.
Tus aguas mar isleño,
son claras, cristalinas, espectrales.
Te das al cielo
para domeñar su infinidad.
Y en celeste transparencia,
el aire ardiente y lúcido
deslumbra tus ondas cerúleas.
Mi mujer y yo,
sobre las viejas maderas del ancón.
Encendemos pensamientos,
en puntos coincidentes
de olas y soles.
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