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lunes, 23 de enero de 2017

ESTUDIO DEL CUENTO "LA ESPERA"DE JORGE L. BORGES

Cuando ordenamos el asunto particular o subyacente del cuento La espera, de Jorge Luis Borges, nos topamos con este alegato. "En los amaneceres soñaba un sueño de fondo igual y de circunstancias variables. Dos hombres y Villari entraban con revólveres en la plaza o lo agredían al salir del cinematógrafo o eran los tres a un tiempo, el desconocido que lo había empujado, o lo esperaban tristemente en el patio y parecían no conocerlo. Al fin del sueño él sacaba el revóver y lo descargaba contra los hombres. El estruendo del arma lo despertaba, pero siempre era un sueño y en otro sueño el ataque se repetía y en otro sueño tenía que volver a matarlos. Siempre en los sueños del temor habían sido más claros. Los asesinos lo mataron en un sueño. Lo borró la penumbra del sueño. Entonces
( tomó conciencia ) de que esta vida era un sueño ".

El punto nuclear de esta narración parece ser un hecho amoroso en contravención y a desmedro de la dignidad de un hombre, cuya humillación le convierte en enemigo feroz y persecutor incansable. Nos trae la imagen de Calíbar, el gaucho rastreador que nos cuenta Sarmientos, por su constancia y tenacidad en perseguir evadidos de la justicia. A penas se usan palabras para contar la otra historia paralela, que se hace sentir como un estado de suspenso sobre un misterioso acontecer. Sabemos que el seudo Villari vive huyendo, que se instala en Buenos Aires, pero ha pasado por Uruguay. Sabemos de un pasado azaroso de reclusiones carcelarias, de la incursión en el hampa. Que al calor de esa sórdida vida ha templado su carácter.

Quizás el peso de algunas muertes sobre su conciencia y la huella del delinquir en su pensamiento, abruman en tal magnitud su conciencia, que prefiere dormir y soñar.

Cuando consideramos la narración en sus dos planos: realidad y experiencia onírica descubrimos la presencia de elementos significativos que justifican nuestras observaciones. Por eso esta breve obra, es la historia de un sueño para enfrentar al suspenso, que arruina la vida del seudo Villari; por la magnitud de la infracción que se desprende de esa historia esotérica, de magnífica latencia y de resonancias psíquicas, que oprimen al seudo Villari. Lo reducen a sentirse como el perro lobo de la hospedería. Ën momentos así no era mucho más complejo que el perro".Aquella postura de los gatilleros -- "vigilantes inmóviles y pacientes, bajos los ojos como si el peso de las aemas los encorvaran --". Era el encorvamiento de su espíritu por el peso de su intensa angustia. El había sido paciente en la huida, pero estaba inmovilizado por alguna razón poderosa que no era miedo a perecer
sino a perder horizontes, a que cesara el golpe del viento pampero sobre su rostro y que el frío del sereno que había de atemperar su poncho, se tornara en frío de la masmorra. Por eso se convierte en vigilante del acecho que se le avecina como el sol que ha de alumbrar el abismo.

Si la secreta historia en el cuento se abisma sobre su espíritu, lo induce a soñar, no para evadir sino para resolver, bien es cierto que sueña para vivir. Aquí Borges ensaya la rara relación entre tiempo y sueño manejando el tiempo como espacio, lugar de expansión para un hombre reducido a lo sedentario, cuando su vida pasada reclamaba horizontes y aventuras. El planteamiento borgeano
El pasado es la sustancia del tiempo. y que el tiempo se torna en pasado inmediatamente nos  inclina a pensar que la humanidad cuenta con dos tiempos. pasado y futuro. El presente es un tiempo mítico, no existe en la cronología de la realidad. El hombre consume a cada instante, su futuro y éste ya realizado por más inmediato que sea será tiempo pasado. Ya hemos visto que Villari tiene un tiempo que es su pasado. Allí figuran las reclusiones, hospitalizaciones  broncas, etc Ahora padece una reclusión sin término, una inmovilidad y le urge un espacio, entonces recurre al sueño para ganar laxitud y seguir enfrentando una experiencia vital Ensoñar es trahumar, es recorrer tierras, es incurrir en la dimensión de los hechos, de las experiencias. También ensoñar es destruir el aspecto lógico de la vida, al disfrutar de esa vetusta pasión del hombre  de la inhibición total.

Por eso, las representaciones oníricas soltaban el orden convencional de la vida, podrían mostrarse casos como que tres hombres eran uno mismo, o que el sueño de cada noche ofrecía el mismo  escenario, el mismo hecho, pero con circunstancias variables. Además de proveerle, estos sueños, un espacio fuera de la vigilia que contrastaba con la realidad del mundo elemental que experimentaba por esos días, entraba con ellos al exorcismo de los de los sueños punitivos. 1

1 El narcisismo ético del hombre debería conformarse con el hecho de que la deformación onírica, los sueños angustiosos y los punitivos representan otras tantas pruebas de su esencial moral. Sigmund Freud, La resposabilidad moral por el contenido de los sueños. El malestar de la cultura. Cuando duerme lleva un pensamiento agobiado y abrumado.

Busca barrer de su conciencia, aplicando un castigo excepcional a quienes le persiguen  pertinazmente. Vuelve una y otra vez desatando su castigo cruento contra sus persecutores. Sale arramblado de los sueños, vencido por el sentido de culpabilidad. Hay muy profundo en la constitución humana, el temor a las cárceles, lo forzará a someterse a la iliminación  de su vida. Es una elección frente a dos fueía rzas que pugnan por alojarse en su conciencia para conducir su vida interior hacia la paz, la moral y el castigo. Notemos que dee la rica plasticidad del relato, Borges sólo vuelve a mencionar un objeto. La biblioteca a ras del suelo. Es un humilde estante cerca del suelo, que contiene libros. Villari elige un libro del estante, La divina comedia. La va leyendo de tarde en tarde. La expresión, No juzgó inverosímiles o excesivas las pena infernales... es reveladora del camino que había ya emprendido, Villari. En La comedia figura la historia de Franchesca y Paolo quines pecan al ser adúlteros, pero se quieren y están juntos en el infierno. soportar su destino en el averno porque el amor les da resignación , saben que su castigo es justo. Esta historia le lleva a provocarse el sueño definitivo. Se somete al castigo de la muerte, Se hace matar por el autético Villaris. Quien después de rastrearlo con obstinación le descubre soñando su sueño ajusticiero. EN ESA MAGIA ESTABA CUANDO LO BORRó LA DESCARGA.


sábado, 8 de octubre de 2016

Una impresión sobre el Amor brujo de Manuel de Falla

                                                    " El sonido tiene mucha propiedades misteriosas. Es capaz,
                                                   por ejemplo, de generar figuras y formas físicas que influyen
                                                    en nuestra salud, conciencia y comportamiento
                                                   diario. El ingeniero médico suizo Hans Jenny, ha demostrado
                                                   que el sonido puede formar intrincadas figuras geométricas ".

                                                                          ( Hans Jenny, Cymatics, Basilius Press, Basilea, 1974,
                                                                            pp., 7-13 ). También, ( El efecto Mozart, Don
                                                                            Campbell, cap., 2, pp., 45 ).

El Amor Brujo de Manuel de Falla, pieza de música clásica de méritos excepcionales, comienza expresando un alegro en tono gitano. Es una fanfarria con sostenimiento en suspenso, que puede representar a un altivo y gallardo torero, que con su cuerpo terso y los brazos elevados frente al bravo y agresivo toro, se dispone a clavar banderillas en el lomo del bovino.

Toda esa aparatosa ansiedad, con la multitud en grada exultante, es revelada en esa apertura musical.
Es el primer signo de brujería que se establece de entrada. Aquí en esta obra musical, no hay nada que pueda relacionarse con aquelarre alguno. Todo está vinculado a una actitud matizada de picardía gitana, que se proyecta en toda una esencia de amor en todos los órdenes.

En esta obra se interpreta, se describe musicalmente la actitud tradicional que viste la vida de los gitanos y todo aquello que está tocado de sus particulares hábitos, costumbres y características propias.

El amor brujo en esta creación musical, no se refiere al mundo de los médium que se categorizan en la parapsicología ni se alude a las fuerzas ocultas, que al son y magia de ciertos bailes puedan ser evocadas. No se toca aquí la rememoración de La Divina Comedia.

Este amor brujo sigue la interpretación de los gestos gitanos. Gestos propios de una faraona, de una morena que en sus señas apasionadas recuerda y alude al filo del puñal que da la vida o la quita con el gesto de sus ojos negros y la magia de sus brazos o el rítmico movimiento de sus caderas.

Cervantes nos recuerda esos gestos en el Quijote :

" Ten memoria -- Sancho -- mira cómo te recibe; si muda las colores. Si se desasosiega y turba oyendo mi nombre; si no cabe en la almohada, si acaso la hallas sentada en el estrado rico de su autoridad, y si está de pie, mírala si se pone ahora sobre el uno, ahora sobre el otro pie; si te repite la respuesta que te diere dos o tres veces; si la muda de blanda en áspera, de aceda en amorosa; si levanta la mano al cabello para componerle, aunque no esté desordenado; finalmente , hijo, mira todas sus acciones y movimientos, porque si tú me lo relatare como ellos fueren, sacaré yo lo que ella tiene escondido en lo secreto de su corazón ".  ( Don Quijote, p. 556--7, cap. X 2 parte ).

De Falla va en su música, por esos mundos desentrañando de los gestos gitanos, lo que cada cosa atesora en su corazón, en su aspecto : qué dice aquel fuego que lanza ascuas mientras consume el haz de leños en la noche callada ensoñada de estrellas. El gesto amoroso que descubre en el crepúsculo de un jardín de rosas, donde una hermosa mujer de oscuros y ondeados cabellos, desprende una flor que se refracta en el jade de sus ojos. Al momento un enjambre de abejas sobrevuela el jardín, muchas quedándose sobre los pétalos, junto a la mujer y el tropel de las demás vuelan en rumor con su reina, hcia otro lejano jardín a libar los dulces estambres.

¿ Dónde encontrará de Falla aquella dama transfigurada en los gestos del mundo, con su picardía de magia femenina, que musicaliza su impresionado corazón ?

El Dr. Gregorio Marañón dijo en su libro Ensayos liberales, que "La mano resume la eficacia dinámica de nuestro ser. La mano no es vehículo habitual de la inteligencia, sino de los impulsos cargados de emoción. Si la lengua representa al cerebro, la mano representa al corazón, sobretodo el dedo de la mano donde ponemos el anillo símbolo de la entrega de nuestro corazón ".

El adagio y la sublime suavidad en el tono melódico, es la sentida reflexión de los matices de los gestos brujos del mundo de los gitanos. Manuel anda en la búsqueda de la gran picardía que lo ha enamorado, que llena su su alma. Piensa cada noche en aquellos versos de Bécquer:

                    " Yo sé que hay fuegos fatuos,que en la noche
                       llevan al caminante a perecer;
                       yo me siento arrastrado por tus ojos;
                       pero a dónde me arrastran no lo sé ".

Hay un momento en la cadencia clásica, que impera la exaltación de violines,trompetas, oboes, percusión, clarines, clarinetes,saxofones, pianos, etc., es donde se describe musicalmente una escena perdida en la literatura épica, atesorada por el hálito poético de Manuel Machado : Doce jinetes que siguen al galope fugaz, a su adalid desterrado. Se acercan a las ligeras edificaciones de piedras y negros maderos de una humilde comarca, que va apareciendo al alcance de la fatigada miradas de los guerreros. Se detiene el impulso de la música, cesa el tiro de los caballos y, un arrojado hombre de cara fugitiva y adusta barba va tocando con golpes graves que acomete con el yelmo sobre las puertas de las oscuras casas.

Entonces le ponen delante del Cid, un gesto. La débil figura es un gesto, el más eficiente y conmovedor de los gestos, frente al desenfreno de caracteres bélicos y ceñudas actitudes, un delicado gesto, ha decidido usar la comunidad con la esperanza de penetrar en el alma acerada del adalid. Es un gesto brujo de piedad y de amor.

                               " A los terribles golpes,
                                  de eco ronco, una voz pura, de plata
                                  y de cristal, responde... Hay una niña
                                  muy débil y muy blanca
                                  en el umbral. Es toda
                                  ojos azules; y en los ojos lágrimas.
                                  Oro pulido nimba
                                  su carita curiosa y asustada.
                                  _ Buen Cid, pasad... El rey nos dará muerte,
                                  arruinará la casa,
                                  y sembrará de sal el pobre campo
                                  que mi padre trabaja...
                                  Idos. El cielo os colme de venturas...
                                  En nuestro mal, oh Cid, no ganáis nada!
                                  Calla la niña y llora sin gemido...
                                  Un sollozo infantil cruza la escuadra de feroces guerreros,
                                  y una voz inflexible grita: En marcha!

                                  El ciego sol, la sed y la fatiga.
                                  Por la terrible estepa castellana
                                  al destierro, con doce de ls suyos
                                  _ polvo, sudor y hierro _ , el Cid cabalga ".
                             
                                                 ( Castilla, Manuel Machado ).

La vio reclinada de un árbol de naranjas de los que ornamentan las calles en Sevilla.
Esperaba un autobus, llevaba sobre su ondeado cabello negro, una rosa viva, púrpura. De Falla caminaba feliz porque asía entre sus manos un viejo libro de Pío Baroja que ya nadie leía : Vidas sombrías.Era este volumen de Baroja, una joya literaria. De alguna forma lo circunspecto y taciturnidad de los personajes toca a todos ellos. Pero el estilo con que se escribió la obra, no se repitió más en toda su ulterior creatividad. Este libro es estética pura : narraciones de esencial poesía. Unamuno dijo de él : "Lastima que no esté en versos ".

Hacía tiempo que de Falla lo buscaba, como también buscaba la dama del jardín de rosas.
Precisamente por el amor brujo que se agita en ambos. En los adagios silentes deel Amor brujo a modo de interludio, se puede colegir a Mari Belcha en la soledad de su embrujo.

" Y ahora te escondes cuando paso, cuando paso con mi viejo caballo. Ah, pero yo también te miro ocultándome entre los árboles; y sabes ¿ por qué ? Si te lo dijera, te reirías. Yo el medicuzarra que podría ser tu abuelo, si es verdad, si te lo dijera te reirías. Me pareces tan hermosa. Dicen que tu cara está morena por el sol, que tu pecho no tiene relieve, quizá sea cierto; pero en cambio, tus ojos tienen la serenidad de las auroras tranquilas del otoño, y tus labios, el color de las amapolas de los amarillos trigales.
Te quedabas pensativa. Tus ojos miraban los montes azulados de la lejanía, pero sin verlos; miraban las nubes blancas, que cruzaban el cielo pálido, las hojas secas que cubrían el monte, las ramas descarnadas de los árboles y, sin embargo,no veían nada. Veían algo; pero era en el interior del alma, en esas regiones misteriosas donde brotan los amores y los sueños.
Dime Mari Belcha,  ¿ en qué piensas al mirar los montes lejanos y el cielo pálido?
                   
                                                  (Vidas sombrías, Pío Baroja, p., 40).

Cuando la dama abordaba el ómnibus, sin apuntar con la cara al objetivo, lanzó un mirada oblicua, per intensa,matizada de picardía, con sus ojos negros, que ardían en llamas y danzaban en ascuas andaluzas. Después Manuel de Falla, conmovido abrasaba su espíritu en el fuego del Amor brujo.







                                                                           


                                                 

martes, 2 de julio de 2013

Prisma temático en Julia de Burgos

En este breve esbozo de estudio de temas, trataré de explicar los diversos sentidos y significaciones que Julia daba a cada concepto tema.

Tema de las estrellas :

Encontramos que el concepto " estrellas " más que recurso de imagen, es usado como portador de mensaje, como símbolo de una idea, más que una impresión estética :

                  " Ella me alzó de un salto con su mano de ( estrella )". pág. 75 Mi madre y el río.

Aquí la mano resplandece con los cinco reflejos de la estrella. Nos comunica esa esencia de lo sublime en el amor de una madre que refleja y proyecta al alma de una niña, la impresión de la ternura.

En ocasiones, para Julia, las estrellas son sinónimo de una vitalidad sensible capaz de contagiar las cosas con su vibración armoniosa de una luz alegre. En ellas, las estrellas, están sepultadas las miradas de todas las generaciones.

                      " Las estrellas llamaríanle hermano al cementerio ".
                                                                                                ( Poema con destino ).


Las estrellas son meta y felicidad para la poetisa :

                      " Aunque casi detrás de esta agonía,
                        he tenido en mis manos las estrellas".
                                                                                                ( Canción amarga ).

En la poetisa cielo y tierra se unen, por medio de los simpáticos astros, como si fuera el encuentro universal de los objetos prefigurados sobre las ideas de los antiguos filósofos :

                   
                       " Hasta quise prestarte mis alas intercósmicas
                         para verte en los ojos margaritas y estrellas ".
                                                                                               ( El regalo del viento ).


A veces, es símbolo de embeleso, de distancia, de sueño, de sensualidad :

                      " ¿ Por qué mi voz delante, durmiendo a las estrellas ".
                         " Cuando el amor llamaba a mis puertas ? "
                                                                                              ( El regalo del viento).

Estos vidrios celestes le motivan infantiles juegos :

                       " Si vieras mi mirada
                         como un ave cazando horizontes y estrellas ".
                                                                                             ( Azul a tierra en ti ).

Casi con invariable práctica, el vocablo estrella es colocado al final del verso para darle fuerza de remate, para proveerle destino de confluencia al mensaje :

                      " Hay tanto mar nadando en mis estrellas ".
                                                                                          (Proa de mi velero de ansiedad ).


Las estrellas en Julia, quitan o dan majestad al pueblo. La ausencia de ellas describe la angustia de la colectividad; la presencia de ellas inunda de satisfacción, de alegría, de afirmación a la gente. En el caso de pueblo sufrido dirá :

                      " ¿ Quién dice noche estrellada,
                           ante los ojos caídos
                           de esa frontera del hombre
                           que va apretándose en grito ? "
                                                                                       ( Romance de la Perla ).


A raíz de su primer golpe amoroso se siente transida, estragada; pero al mismo tiempo es previsora y, moldea la experiencia adversa para que nutra y temple su espíritu. Al tiempo en que también, su sueño sustentado se le abre en posibilidades temáticos que la perpetuarán en el tiempo como excepcional poetisa. Allí también, el concepto estrella es revelador, esta vez, de su amado :

                       " Amo el dolor que se me escapa
                         por donde viene mi gran sueño...
                         Uno me elva el alma,
                         otro me salva para el tiempo".
                                                                      ( estrofa, 4 ).
                       " Yo sé la historia de esa estrella...
                         su caída breve fue en mi pecho ".
                                                                       ( estrofa, 2 ).
                                                                               ( Poema de la estrella reintegrada).

Las estrellas son objeto de inagotable simbología para la poetisa, quien en ocasiones, las transforma en haces de sentidos. Así por ejemplo, cuando tiene idea de lo límpido, impoluto y, deslumbrante pureza entonces piensa en ellas :

                        " Y ofrecerme a los campos con limpieza de estrellas ".
                                                                                             ( Poema para mi muerte).

En su momento más conmovedor y anhelado de la entrega total en ambiente de connubio, en la noche más arrulladora y realizadora de sueños en Tálamo rosado, le acompañarán esos fulgores cósmicos que blanquean su lecho nupcial, así como toda su creación artística :

                        "Oh la noche regada de estrellas
                         que envió desde todos sus astros
                         la más pura armonía de reflejos
                         como ofrenda nupcial a mi tálamo ".