jueves, 28 de julio de 2016

Soneto a Baltazar Carrero

                                                    " Asómate a esa verguenza,
                                                       cara de poca ventana,
                                                       y dame un poco de sed
                                                       que me estoy muriendo de agua. "

                                                                            ( Trova, siglo XIX

   Baltazar, endecasílaba estrofa
a tu fino y excepcional humorismo.
Nada de ladino, nada de estofa.
De clásico, alto y jíbaro lirismo.

   A mi Puerto Rico pusiste a reír.
Aún en la guerra triste de la Corea.
Con " La vieja voladora " y sentir
" Jíbaro terminao " con lima en correa.

   En modestos hogares de las lomas.
En blancas hamacas de los ancianos.
Como oyendo las hilarantes bromas.

   Donde se hacen las almohadas de guanos.
Y se cantaba " Enfermo del bolsillo ".
Y se endulzaba café con higuillo.

martes, 26 de julio de 2016

Soneto a los bares

   Ahora que muere el comercio de Lares,
y la gente se abruma de tedio y ocio.
Nos brindan alegrías los animados bares.
Ampara puesto y plata, este negocio.

   En algunos : música, danza y bohemia,
exulta, gratifica y rememora;
cura regocijo la mal endemia.
El alegre ambiente nos enamora.

   Juegan dominó, otros en el billar.
El plectro pulsa sonora guitarra.
Noche, luna y estrellas en su brillar.

   Ellos escancian la cerveza en jarra.
Son las charlas bautizadas de espumas.
las horas y las miradas ya en brumas.

domingo, 24 de julio de 2016

Las virtudes del hogar

   Los hogares siempre son propiedad
de los que allí viven, habitan, sueñan.
Ellos lo construyen en la hermandad.
El hogar es aura que ellos se empeñan.

   Juntos en sudores y con dolor,
juntan las briznas, las tobas y leñas.
De la algidés, unidos crean calor.
En infortunios miradas son peñas.

   La casa es inmueble, sedentaria.
Hogar, oveja con cencerro, nómada.
Plena de armonías, grato y sentido aria.

   Ofrece arrullo y abrigo del hada.
Todas las voces, una sola voz.
Ímpetu de vida, enérgica coz.

jueves, 21 de julio de 2016

La vendimia del pescador

                                         " y oigo un rumor de olas y un incógnito acento
                                            y un profundo oleaje y un misterioso viento... "
                                                                                 Caracol, Rubén Darío.


La oscuridad total no permite ver el mar,
sin embargo, su presencia estrangula la noche.
Los horribles sollozos sacuden las sombras.
La luz de los faroles, donde danzan
los dorados insectos, armonizan el oscuro
baile de las olas.
Ha arribado el pescador con la ropa ajada,
untada de olores marinos y mojada
de aguas de las nubes.
Embadurnada de saladas aguas, la vendimia.
La dócil barca nerviosa, es atada
junto a las que duermen en las arenas.

domingo, 17 de julio de 2016

La evolución implacable

Al andar las épocas, uno acumula gran edad, senilidad. Entonces el pueblo donde has nacido se va disolviendo, se evapora. Existen unos olores muy particulares, tanto en las localidades como en la geografía regional del país. Por ejemplo, la costa del oriente de Puerto Rico, su estancia ambiental marina, exhala un aliento de mar distinto al olor a mariscos, algas, salino que disemina el aura del mar del oeste. Así también ocurre con los pueblitos. Cuando la gran cantidad de años ha transcurrido, uno comienza a percatarse de que se han ausentado aquellos olores característicos de los lugares que recorríamos.

A esa altura, el pueblo ha evolucionado y, se escapó su particular aroma. Su forma y geometría cambiaron. la gente que conocimos se esfumó. Aquellas costumbres que veíamos aplicarse en el transcurrir de las cotidianas situaciones, quedaron como objetos perdidos o hechos olvidados.

Recuerdo que íbamos al cine y comprábamos palomitas de maíz, ahora se compra " pop corn "
y es lo mismo. Para la época del calor, que es casi todo el año, para refrescar el paladar, comprábamos maricutanas, hoy saboreamos las paletas heladas, que son iguales. La gente acostumbraba a pedir un " palito " de ron, hoy te sirven un " short ".

Hubo una época que al aparecer por la carretera, la callada gente de un entierro, el comercio se apresuraba a juntar las puertas y, los que estaban fuera si lucían tocados, se quitaban los sombreros y silenciaban sus conversaciones hata que pasaba el féretro y su séquito circunspecto.

Para esa época las diversiones eran efímeras y pocas. Recuerdo una que le llamaban " el burro ".
Este era un leño de siete u ocho pies de largor y cinco pulgadas de ancho. Le habían punzado a presión una estaca cerca de los extremos con la finalidad de que los niños se sujetaran y evitaran una caída. Uno rememoraba al tronco que cargó sobre sus hombros el indio araucano Caopolicán y que refiere La Auracana de Alonso de Ercilla y Zúñiga y, cuya hazaña de desplazarse con él de ronda por el bosque, esperando que llegara la noche y apareciera el alba. Aquel leño del juguete rotador, traía la escena a la memoria.

Se hincaba en la tierra otro leño en forma vertical y sobre ése, ya con su muesca, se engarzaba el tronco mayor en forma horizontal. Un ayudante facilitaba que uno o dos niños en cada extremo nos montáramos como sobre un burro. Entonces nos rotaban con fureza y girábamos al azote del viento como sobre Clavileño.

Pero la indómita evolución como un genio de Las mil y una noches trocó el pueblo por otro y, mandó a aquella gente al ostracismo eterno.

martes, 12 de julio de 2016

Nuevo poema de Neruda

                    Recordando a Pablo Neruda en su fecha de nacimiento :
                    12 de julio de 1904 en Parral, Chile.

He ido marcando con cruces de fuego,  ( 1 )
el eco de la voz más allá del silencio.    ( 2 )
Hago girar mis brazos como dos aspas locas,  ( 3 )
en la noche toda ella de metales azules.
La noche ha descendido como una brasa negra. (4 )
El ser, como el maíz, se desgranaba  ( 5 )
en el inacabable granero de los hechos perdidos
y la altura o vastas construcciones
de viento y ventisquero.
Sólo puedo querte con besos y amapolas,  ( 6 )
con guirnaldas mojadas por la lluvia.
Yo quiero estar contigo en el día amarillo,  ( 7 )
que esté mi voz en los rincones
como desmoronado monasterio,
los techos rotos, las vacías puertas.
En la tierra de tu alma  ( 8 )
y en la cruz de tus brazos.

                                                     ( 1 ) Veinte poemas de amor -- 13--
                                                     ( 2 )  Esclava mía, témeme -- El hondero entusiasta.
                                                     ( 3 )  Hago girar mis brazos -- El hondero entusiasta.
                                                     ( 4 )  Canto General, Las agonías, p. 57, XI V.
                                                     ( 5 )  Canto General, III p. 29 .
                                                     ( 6 )  Oda con un lamento, El fin del viaje, p. 115.
                                                     ( 7 ) Saludo al norte, Fin del viaje, p. 74-- 75.
                                                     ( 8 )  Veinte poemas de amor, La canción desesperada, p. , 12.

                                                               Nota.
                                                                        La compilación y ordenamiento es de mi autoría,
                                                                                                     Carlos Mercado Galartza.