lunes, 27 de octubre de 2014

Señora

                     " Esta mujer cabe en mis manos,
                       la llevaría como a una cesta
                       de magnolias".
                                            Pablo Neruda


Eras mujer casada.
Ahora divorciada.

Eres una dama gentil.
Distinguida entre mil.

Tu voz es un sentimiento.
Tu risa, un divertimento.

Épocas tu mirada atesora.
Historias gratas que adoras.

Horas de infortunios.
Apagaron tu plenilunio.

Agrios golpes en tu piel.
Decantaron en tu vida la hiel.

Mereces manojo de frescas rosas.
Inspiradas poesías hermosas.

Y sobre tus pétalos labios.
Besos que borren agravios.

domingo, 19 de octubre de 2014

El monigote

El muñeco del ventrílocuo
duerme en un portafolio,
sobre mullida almohadilla.
El ventrílocuo es un ente
de cinco cabezas :
Navi, Fuerza Aérea, Army,
C. I. A. y Congreso.
Hay un público espectador
que ejerce cierto grado
de influencia, de poder :
Los grandes empresarios.

El muñeco se presenta
ante el público.
Se sienta sobre la rodilla
del afamado ventrílocuo.
Abre su bocaza de hule
y pronuncia una sílaba repetitiva :
" gua- gua- Guantánamo ".
Completa la palabra de súbito
para sorpresa de su manejador.
Y recibe un tapa-boca
que le hace perder el balance
y es salvado por la vieja corbata.

En la noche, las luces encendidas
del hogar del ventrílocuo,
acoge la tenue blancura
de las lumbres de neón.
Mientras el muñeco duerme
en la soledad y sombra
oscura del portafolio.

viernes, 17 de octubre de 2014

Reseña de la novela Todos los nombres de José Saramago

En la novela Todos los nombres se asiste a la aventura, a la astucia, a la gestión u operación furtiva plena  de expectativas, de incertidumbres, de impresiones de azar; de desarrollos detectivescos y otras tantas ansiedades y pléyades de motivos encantadores y celajes amorosos, sin que se obligue a la exposición de situaciones violentas, baños de sangre, asesinatos y relatos morbosos.

Por otro lado, todos los ángulos del pensamiento. Todas las posibilidades de los perfiles de la psique, el fluir de la conciencia individual, el descargo de hechos con intención premeditada, ahítos de conciencia, acumulados por experiencia propia y vicaria. Un diálogo interior que es en esencia un monólogo que se desarrolla desdoblándose o se refracta rico en resonancias filosóficas, en temores y preferencias, costumbres y un entretenimiento con visos de coleccionista que constituye el motor de toda la obra. Es una novela inolvidable.

Nos sorprende y sin embargo, se trae con naturalidad pasmosa, como Juan por su casa, presumiendo de holgura y de relato común y consuetudinario, una narración pastoril en el siglo 21 que en vez de trasnochar, despide aroma de frescura y vigencia. Para colmo de valentía en la pluma, ensaya la originalidad de una cuentística pastoril dentro de un cementerio. Si en Marcela y Crisóstomo, Cervantes sitúa a Marcela frente a una tumba, la morada que acoge el féretro de Crisóstomo es porque se efectúa el entierro del pastor. La aparición de Marcela hacia el sepulcro es circunstancial, pero la presencia del pastor en Todos los nombres, es por costumbre y vida natural de pacer del rebaño en los predios del cementerio donde crece abundante hierba fresca y tentadora ante los ojos de las ovejas. Pero lo que ocurre entre el pastor y don José no se puede adelantar al lector. Basta con decir que lo que ocurre en esa experiencia pastoril es fuente y consecuencia de interesante principio filosófico y psíquico que da fuerza a la narración.

Don José ha llegado al Campo Santo, un cementerio grandísimo. Todo visitante que procura caminar dentro del necrópolis ha de llevar un mapa para orientarse. Don José obtiene el croquis y al final de la tarde llega al sector de los finados suicidas, donde se encuentra el sepulcro que busca. Cuando llega ante la ausencia del ser y ante la percepción del corpus yacente, es l mismo que asistir al final de la nada. Para una parte de la humanidad, la zona escatológica es el umbral de otra dimensión de la vida, otro destino después de la muerte. Para parte reducida de los hombres, ese acontecer es final y conclusión de la experiencia científica que lo creó, lo forjó y lo modeló.

Recomendamos, pues, esta curiosa novela del portugués José Saramago, ganador del premio nobel, 1998. Que la disfruten.


sábado, 11 de octubre de 2014

Andando por ahí

Agustín Lara a quien le han adjetivado,
" El último modernista ".
De la escuela de Rubén Darío,
escribió:
" Veracruz, algún día
a tus playas lejanas,
tendré que volver ".

Yo también
busco en mi caminar,
la magia dulce y bonita
de mi pueblo.
Miro casas, contemplo arboledas,
observo calles y veo gente.
Pero no los encuentro.
Sé que están en otra dimensión.
O viven en otros lugares.
Sus nombres, en mí,
suenan en la memoria :
Aníbal Dicupé, Ramón Colls,
Ramoncito Dicupé, " Pipón ",
Pito Cuevas, los Miranda.
Yiyi Jesurún y mi pariente,
Raffy Lagardere.

A veces, en el cielo,
descubro los destellos
propios de su espacio.
Sus nubes con rasgos
característicos de espumas
etéreas matizadoras.
De vez en cuando, golondrinas
que vuelan o juegan
en las tardes lareñas.

Los bares quedan cercas;
rodeados de follajes y naturaleza.

En la provinciana soledad
y el tedio de las horas,
cantan ruiseñores y turpiales
entre la sierra soñadora.

miércoles, 1 de octubre de 2014

Cuervos en el mar

No sé de dónde puedan llegar, pero se desparrama y se cierne sobre la periferia marina.Oscurece las aguas azules encendidas de sol. Su olor y aceite ahogan y ciegan los alcatraces e impregnan de grasa a las blancas gaviotas.

No puedo entender por qué se escapan esos torrentes ominosos, ungidos siempre de luto para obrar en la malignidad de los daños. Van de periplo sobre los mansos cristales de estas bellas dársenas. Apelmazan las tersas y cálidas aguas de nuestras playas.

¿ Quiénes vierten el gas viscoso que pliega las alas de nuestras aves marinas ? Gelatinan sus lenguillas y traban sus picos de fétida gomina. Hace poco tiempo que zambullirse en las playas puertorriqueñas era delicias de dioses. La fama recorrió a Europa. Los poetas entregaron versos a sus libros sensibilizándose por estos mares :
" ¿ Dónde podría ir a pensar despacio ? \ En sus tibias arenas, \ no de escombros \ sino de argentería ". ( Pedro Salinas ) Quien también escribió : " Y ese verdor que el agua transparenta \ es de Arcadia que abajo se eterniza; \ almas verdes, las almas de las islas".

Pero hoy, los cuervos de Poe andan sueltos sobre nuestros mares. Clavan sus picos de petróleo y melanina sobre la piel de los bañistas y le deparan el escozor del hade.
A menudo llegan unos barcos inmensos, desprovistos de lujos. Les llaman barcos cisternas, fondean nuestras bahías -- no puedo discernir las razones -- pero vierten al mar de Guánica toneladas de una laxitud, que como gigantesca sombra negra oscurece el fulgor verde de las aguas. Es un intento de teñirnos el Atlántico y el Caribe de negro, para que en las noches boricuas, las luces del cielo no se reflejen. Para que el luto de estos mares ostente su vestuario en semejanza al maremoto de la criminalidad.

A veces, no dan tregua y cuando la gente de corazón noble, los ambientalistas, exhuman, con grande esfuerzo, la sustancia orgánica, nos informan en los periódicos de otro accidente en que los carburos de hidrógenos echan sus correntías, llevando al abismo de la muerte a las especies marinas y maleando nuestra aguas periféricas.

Para disfrutar de nuestro mar habría que intentarlo a través de la narrativa, la imaginación, la historia y radio-bemba como dice Ana Lydia Vega. Por cierto que estas dos sobresalientes damas de nuestra literatura, la ya citada y la fenecida Olga Nolla han mirado el mar con nostalgia : " Desde Pitahaya y Yaurel, las mujeres bajaban por las tardes hasta la orilla del mar". ( A. L. V. ). " Caminando por la playa observé que el agua  parecía brotar debajo de las arenas y como estábamos a cierta distancia de donde las olas mojaban la costa, quise por curiosidad y hábito hacer un cuenco con las manos y llevarme a los labios aquella agua que brotaba ". ( O. N. ).

Nuestros mares costeros están vedados porque los microorganismos amenazan la salud.
Cuando menos, se avista una redecilla de manchas fosforescentes, puntos tornasoles que destellan su imprudencia en el temblor náutico. Si pudiéramos acuñar una imagen diríamos que las aguas de nuestros mares han perdido la salobridad, el hálito de los países del mundo, el color de su " corpus ", el olor a rosas de la época, en cambio ofrece un tufo a herraje, a maquinaria, a motores flotantes, turbinas y diferenciales destrozados que destilan las grasa y chapapote. " Margarita, ¿ está linda la mar? "

Mientras tanto pensaremos que nuestra isla no ha de quedar sin mares.

Ese mar isleño que vive en azul, la fantasía del matiz. En las palmas acocadas de mis manos recojo tus aguas cristalinas. Nada de azul, nada de verde. Luz y cielo te croman de azul verdoso en aleación mágica. Tus aguas mar isleño, son claras, cristalinas, espectrales. Te das al cielo para domeñar su infinidad y, en celeste trasparencia; el aire ardiente y lúcido deslumbra tus ondas cerúleas. Queremos que sigas convidando a tus radas y arenas, que atraque el turismo en las bahías y aúpe en los penachos la fama de tus aguas atlánticas y caribeñas.