lunes, 31 de diciembre de 2012

Mónica Puig ( La raqueta del mangó )

El antropólogo puertorriqueño
Don Ricardo Alegría
nos refiere, que unas mujeres taínas
raptadas por aborígenes caribes,
fueron liberadas por Cristóbal Colón
en su paso por ciertas islitas caribeñas.
Pero cuando se acercaban
a la isla borincana,
alcanzaron a ver la silueta geográfica,
y sin poder resistir la tentación
se lanzaron al mar y, braceando
sin descanso, llegaron a su destino
anhelado.

Una tenista boricua
ha emulado aquel arrojo.
Acezante por las canchas de Francia,
de Italia y Turquía.
Llega a Australia
en dura competencia calificadora;
al Brisbane International, arriba
con los honores de su "ranking".
124 número mundial,
que recordará siempre
como un souvenir emblemático.
La puertorriqueña Mónica Puig Marchand,
enciende luz a la estrella
de la enseña boricua
y ofrece a la gente del patio,
una fosforescente bola en llamas
y una ovalada raqueta de hilos de oro.

martes, 25 de diciembre de 2012

Feliz Navidad

                              " Pastores a Belén.
                                Vamos con alegría.
                                Que ha nacido ya;
                                El hijo de María".

Cada vez que un "dron" o un jet lanza una bomba sobre una ciudad, deja un rastro de ruinas. Resultan niños e infantes con sus miembros y ojos explotados; reducen a escombros hospitales y hogares : centros de vidas que tienen iguales valores y significación.

No hay una razón o argumento que justifique esa agresión terrorista : ¿ apoderarse del petróleo, imponer hegemonía política, cambiar el orden de preeminencia geográfica, someter a la humillación fundamentos religiosos tradicionales, evitar el desarrollo de armas de destrucción masivas o de efectos biológicos adversos a la salud ?

Nada justifica la desesperanza, el despojo, las noches de invierno a la intemperie, la ausencia de alimentos y la demolición de un exiguo alcance al disfrute de relativa
felicidad.

viernes, 21 de diciembre de 2012

La geografía rural y urbana en el estado poético y social de Enrique A. Laguerre

En la obra de don Enrique Laguerre descubrimos que nos conduce a toparnos con el desarrollo y crecimiento de nuestra identidad puertorriqueña. Logramos entender cómo es  nuestra conducta frente a un mundo cambiante, dentro y cara a nuestras particularidades e idiosincrasia borincana - antillana, con ajuste a las influencias anglosajonas.
Recordemos su definición ortegana: " Yo no puedo vivir por mí mismo sin mi prójimo, cómo yo entenderme con él". Aquí está fundamentado el asiento de sus creaciones.

Ese pueblo reflejado en sus personajes que se desplazan sobre la identificable geografía de Puerto Rico, ellos la viven, la sufren, como los hechos y situaciones que enriquecen o empobrecen la vida de ambas dimensiones : la exterior y la interior.
El Dr. Luis O Zayas refiere : " Laguerre sigue el sendero de la descripción poética, pero guardando el equilibrio con la observación realista para no perder la imagen de la tierra en su espíritu y su tiempo histórico. Asistimo a una plena identificación con el alma puertorriqueña desde las sutiles vibraciones líricas. El lector se mueve de un paisaje visto desde el exterior, pero con las palpitaciones sensoriales a un paisaje visto desde la conciencia del personaje".

Para Laguerre, la isla presenta dos impresiones telúricas : la geografía rural y la urbana, ambas con sus encantos y desventajas. En la geografía rural, que en su obra se desprende de su aliento poético y su observación realista, está impactada por la metamorfosis y evolución de los cultivos, supeditada a la conveniencia de la economía : unas veces café, otras caña de azúcar y opciones por las dehesas para ganados.
Es verdad : en su obra se filtra la angustia de quien ama el verdor y el paisaje natural que  se somete a la unción del cambio impactante, aunque no siempre detrimental.

Se aprecia y se contempla ese paisaje natural y, cuando esa silueta o apariencia desaparece o se transforma, surge la angustia, el dolor por lo ido, pero también emerge comprensión de lo que resulta de lo evolutivo al avance de la civilización. Dice el Dr. Zayas. " No hay sierras ni selvas ni ríos infranqueables. A cada montaña la viola la máquina. Se allana la cordillera por medio de carreteras y autopistas. El cemento, el gran mito del progreso, hace desaparecer los verdes"... ( ibid ).

Laguerre contempla las embestidas contra el terruño que lo deforman para trocarlo en medio que promueva grandes recursos monetarios. Entonces ensaya una estrategia espiritual para conservar en él, incólume, el paisaje, la fronda, las aves, la belleza verdegueante. En Solar Montoya dice : " En nuestras almas se ensanchan los horizontes limitados de nuestra isla". Nos recuerda a Rubén Darío : " Si pequeña es la patria, uno grande la sueña".

Referente a esa geografía que se adentra en su alma y hace desaparecer límites, se constituye en parte de su espíritu, ceba su personalidad. El escritor dice : " Viví de niño
en plena comunión con el mundo sin geografía de los campos que me rodeaban ". (3)
" No es posible llegar a una proyección universal sin estar arraigado antes en la íntima geografía sin límite del hombre(4) _Laguerre demuestra cómo le sigue esa geografía que ha trazado en su conciencia_ " Cuando he estado lejos de mi pueblo y ha llegado el anochecer, he escuchado en la atmósfera y he visto en el primer lucero el profundo llamado de aquellas voces sembradas en mi conciencia... y he comprendido en los redaños, por qué me conmuevo cuando hablo de mi pueblo". (5)

¿ Qué elementos componen la geografía que lleva en el alma, Laguerre ? No sólo las mensuras, los límites, las colindancias, las colinas, altozanos, oteros, alcores, cordilleras, valles y la configuración telúrica, sino también, otras particularidades geográficas que atraían amorosamente su visión, su recuerdo.

En la tercera parte de La llamarada, ( Yerba Mala ), dice : " ... había tal encanto en la tarde que no pude resistir la invitación que me hacía un herbazal verde y mullido. Me senté. Junto a mí se erguía un arbolillo de roble coronado de flores lilas, el cual, a cada soplo de la brisa, soltaba una lluvia de pétalos sobre la yerba. Algunos me alcanzaban. Sentí que me rendía un homenaje y miré, reverente, el arbusto. Me pareció ver su sonrisa de comprensión".
Sembrados en su conciencia iban los árboles que conocía por sus cualidades botánicas, como por su expresión vital y estética .

En Andanzas y visiones españolas,Unamuno dice : " Todo imaginar y hasta todo conocer _ lo sabía ya Platón _ es un recordar. Y todo recuerdo es una metáfora ". (6)
El paisaje que es la impresión estética a través del cual se expresa la geografía,quedaba
intacto y ganaba sustancia y significación en su memoria, se había convertido en parte de un integrante de su personalidad.

El paisaje es el verdadero haber, que el hombre arrastra consigo, tomado del mundo exterior, por tiempo perenne y quizás incida en la naturaleza de su espíritu, en la dimensión escatológica. Pero se aprende a amar el paisaje en los predios más cercano al individuo. Señala Unamuno en la obra citada : "... el genuino paisaje es de pequeños rincones... El pequeño campo doméstico y familiar, la huerta casera, le sirvió a Santa Teresa de Jesús para metáforas en que dio carne a su doctrina mística ". (ibid)

Laguerre llevaba ríos, quebradas, pozos, cañaverales en guajanas florecidas, cafetales, humos de cocinas de leños encendidos, todas las aves con sus clásicas sinfonías, que era la base en que descansaba y pendía el paisaje. Todo recogido en la memoria, transfigurado y transmigrado hacia el alma desde los prados de su niñez, hasta convertirlo en un ente universal.

La geografía urbana :

 " Por primera vez se asoma a la zona urbana de Aguadilla a los 11 años y desde un carro familiar, silencioso y asombrado, contemplaba un mundo nuevo que lo sorprendía virgen". ( María Monserrat Gamiz -- 8 ).

" Esos jardincillos enjaulados en medio de una ciudad polvorienta y en ruinas. esos arbolillos presos, domesticados que alzan su copa por sobre tapias medio derruidas y todo ello es metáfora. ( Visiones y andanzas españolas, ibid )

Don Enrique Laguerre, sentía aquella geografía urbana en la que se asomaban arborescencia, follaje, solares yermos, era un reflejo de la naturaleza rural.
Ocurrían dos tendencias, entre otras, sobre las frondas que se erguían frente al avance del concreto y la resistencia a crecer y no desaparecer del verdor  de árboles, arbustos y plantas. El escritor observaba los efectos de una práctica adversa que hacían desaparecer árboles y vegetación por ganar luz y que la propiedad saltara a la mirada del viandante, aquellos que gustaban de despejar su entorno para ver los autos, para contemplar a la gente, para fijarse en el asfalto. Y aquellas otras personas que contaban con un reducido patio trasero y sembraban una gama de especies pretendiendo aglomerar una finca sobre unos cuantos metros de tierra.

En la geografía urbana, que por fuerza y destino el novelista se veía compelido a mirar con añoranza, pues aquellos árboles enjaulados no era lo mismo que un flamboyán esplayado a orilla de un río campesino.
En un momento en que Lavidia, uno de sus personajes llora por que le han cortado un caimito, observa : " No se debe destruir por el placer, la destrucción, sobre todo cuando el árbol está prometiendo frutos en su floración [ ... ] tú mismo_ dirá Andrés a Miguel _ está contribuyendo a armar las trampas en una ciudad sin parques ". Y añade más adelante : " Se nos hace difícil mantener el equilibrio natural ".

El disfrute y comunión de la geografía urbana en Laguerre, no es un ensimismamiento, sino una lucha tenaz por que se modifique con agrado y respeto.
Esa naturaleza urbana lucía enmarañada, pero era su característica de ciudad en desarrollo, con todo el desorden paisajista, era audaz al asomarse en pérgolas espontáneas, en árboles que procuraban descollar y erguirse entre casas demasiado juntas. Se hacía presente en tristes alegatos de jardines. Pero siempre se volcaba y proliferaba el verdor. En él descansaba el alma de nuestro gran escritor.

Cuando paseaba la mirada sobre los arrabales, descubría follaje tremolando al viento fétido de la laguna . Si alguien no tenía espacio para sembrar un arbolito, otro vecino plantaba uno. En el cuento de José Luis González, como tantas otras creaciones que han dejado de ser exclusividad del autor, para ser parte del pueblo.( En el fondo del caño hay un negrito ) La mujer mitiga el hambre del infante con un té de hojas de guanábanas, que una vecina arranca del arbolito que le falta a la pobre madre del negrito Melodía. Esto evidenciaba la plantación de árboles y arbustos que ayudaran tanto a la nutrición con sus frutos como también un auxilio medicinal. Esta actitud de los que habían emigrado del campo, contribuía a edificar un paisaje urbano.

Recordemos cómo iba aumentando la migración del campo a las zonas urbanas e industriales, con oportunidades de empleos en la construcción. Los trabajos de boyeros en los muelles, los restaurantes, los servicios de domésticas o mucamas y, otras oportunidades que abrían las zonas costeras.

" El desplazamiento demográfico de zonas rurales a urbanas que se dio entre 1940 y 1950 continuó en las décadas siguientes. Entre 1960 y 1970 la población urbana aumentó un 51. 6 por ciento mientras que la población disminuyó un 13 . 3 por ciento. Para 1970 casi el 60 por ciento de la población vivía en zonas urbanas; por primera vez la población urbana sobrepasó la rural" ( 10 ).
Todo este enjambre de campesinos, ahora urbanizados, pero con aquellas costumbres o sensibilidades muy acendradas en sus vidas, del apego a la naturaleza, requerían cerca de sus hogares, la presencia de la floresta.

A pesar de que se iban diezmando y liquidando los asomos de boscajes en pro de urbanizaciones, también crecían frondas, hojas del banano, follaje de aguacates y pequeños jardines en aquellas áreas de los llegados de la ruralía que aplacaban la desolación del paisaje.

Sobre esa gente orilladas en la zona metropolitana, Laguerre decía hacia el 2000, " Quizás es ahora que se está cambiando la tradicional fisonomía de Puerto Rico,
con el avance urbanizador, pero en el fondo, lo mejor nuestro sigue siendo campesino, pese al aspecto externo de nuestra gente ". ( 11 ).

Nunca estuvo desacertado nuestro gran escritor, en su apreciación y consejos para que se ornara la geografía urbana, pues traería grandes beneficios al equilibrio emocional y espiritual a nuestros conciudadanos. Esta actitud y esforzada faena de Laguerre está corroborada como una cruzada legítima y de enorme razocinio. Precisamente El Nuevo Día, viernes 15 de julio, de 2005, aparece una interesante noticia titulada : " Árboles como antídoto a la violencia ". Allí la catedrática Frances Kuo, explica sus hallazgos del estudio investigativo en residenciales de Ilinois. vamos a pergeñar sinópticamente y nos atendremos a la ficha periodística para mayores detalles.

                1) Se comprobó que en residenciales con espacios arbolados, el arrojo de
                    basura, el vandalismo y los grafitos son mínimos frente a residenciales
                    desprovisto de árboles.
                 2) Los árboles relajan a las personas y por consiguiente, reducen actitudes
                     agresivas.
                 3) propician los vínculos entre los vecinos.
                 4) La presencia de vecinos que se reunen bajo los árboles desaniman a los
                     criminales.
                 5) Los juegos en los espacios abiertos estimulan la creatividad y mejoran
                     la función cognitiva de los niños.
                  6) Hay menos violencia en los jóvenes que viven en compañía de espacios
                      con jardines y árboles que en aquellos que no cuentan en su hábitad,
                      espacios con frondas.
                   7) Los edificios con áreas verdes y jardines reportaron 52 % menos
                       crímenes, 48 % menos ataques contra la propiedad y 56 % menos
                       crímenes violentos que en residenciales con escasa o ninguna flora.
                    8) La violencia y la agresión están atadas a los niveles de fatiga mental
                        y los sentimientos de irritabilidad que le acompañan.

Laguerre recibió muchas cartas de felicitación a través de los años por preocuparse por el ornato urbano. Recordemos siquiera una breve nota aparecida en el periódico El Mundo, 15 de julio, 1977, p. 7--A. " Unas breves líneas de felicitación por su persistente labor de saneamiento moral y estético aleccionando a nuestro país, tan apático, tan mercurizado. Esa cátedra la desempeña usted fuera del círculo académico bajo su columna Hojas
libres ". José Abad Ramos.

Existía, en Laguerre un escozor de coraje, de enfado y un profundo sentimiento
de pena por el deterioro de la naturaleza, del paisaje, de la estética que atentaba contra esa geografía urbana por efecto de indiferencia y propósitos económicos deshumanizados. En Hojas libres en 1969, escribe : Los hombres puertorriqueños estamos contribuyendo a afear la isla, a socavar sus bellezas naturales. Parece que hasta tenemos el propósito de convertir el progreso en enfermedad-- fiebre de fealdad y destrucción. La indiferencia de nosotros es el estímulo de la industrialización insensata, los desarrollistas insensibles que no proveen los tecnicismos y los cuidados humanos para proteger aves, ríos, playas y árboles ". ( 13 ).

Pero volvía a su interioridad, al hálito del espíritu, allí en su conciencia se refractaba la sustancia poética de su pensamiento y conversaba : " De las resquebrajaduras se esfuerza
 en salir el verdor de la yerba y aunque la pisemos se adjudicará el principio de Darwin y aflorará como aflora el tañir de la campana de la antigua torre de la iglesia ". (14)


Bibliografía :

3(" Este es Enrique Laguerre", Escuela, Ed., Sec.. San Juan, P. R., 16 nov.,1964, p. 16).
4 ( E. Laguerre," Mi pueblo" , p. 5, Punto de Partida, La ceiba en el tiesto, 194, 20 de marzo, 1956).
5( E. A. Laguerre, "Mi pueblo ", Ed., Sec., oct.-- nov., 1972, p., 2 y 5 ).
6( M. de Unamuno, Andanzas y Visiones españolas, p., 612 ).
7( Ibid ).
8 ( María Monserrat Gamiz, E. Laguerre, Los amos benévolos, Apuntes biográficos, p., 13 ).
9( op., cit., p., 6 11 ).
10 ( James L. Dietz, Historia Económica de P. R., La economía de la emigración,
p., 301 ).
11 ( "Hojas libres ", Revista del Instituto de Cultura de P.,R., 2000 ).
12 ( " El Nuevo Día ", El país, viernes, 15, de julio, 2005 ).
13 (Hojas libres, 338, 29 de marzo, 1969 ).
14 ( Conversación personal entre estudiante y profesor ).














miércoles, 12 de diciembre de 2012

Cuento dialogado

Oye! Qué mesa más brillante.
Es una mesita de noche, cuyo brillo es intenso.
Sí, pero impresiona su esplendor.
Yo creo que es caoba bien terminada por el ebanista.
Voy a comprarla.
Pero no tengas prisa por comprarla.
Es que se vería bonita en casa.
Y ahí también. La podemos venir a ver cuantas veces se nos ocurra.
Es que alguien la comprará.
Entonces, ¿qué?
Es verdad, no nos hace falta. Vamos a entrar para tocarla.
Vamos.

Hum, qué grato olor a cosas nuevas. Fíjate en aquella lámpara tan curiosa.
Son dos cosas que no necesitamos, en casa hay mesita de noche y lámparas.
Cierto, si hubiese espacio la compraría.
Ayer me decías, que no encuentras qué hacer con un televisor que aún está en caja y no tenemos lugar para él.
Fíjate, la mesa no sólo brilla, sino que tiene suavidad y ternura.
¿Ternura, una mesita de noche?
Sí, esta mesa de caoba, en su configuración y diseño con el rielo de su color, en la suavidad de su trabajo, con la discreción de la estructura y la originalidad en la obra nace y expresa su ternura.
Oye, pero no veo nada más que una mesita de noche.
Pues es tiernamente atractiva.
Bueno, ya la tocaste bastante.
Mira aquí se está bien. toda esta gente compra. Unos callados con la mirada sobre los objetos, otros en grupos, hablan sin temor de que escuchen sus observaciones.
Ellos a lo mejor, compran por primera vez en el año.
No lo sé.
Nosotros con frecuencia.
Es como divertirse, como viajar. Se llena uno de ilusiones. ¿No te has fijado en la altura de esta mesa de pieza?
Lo normal que todas las mesitas de noche.
Pues claro, ese es uno de sus atractivos. Si fuera más baja o más alta perdería su originalidad.
Yo no veo en su altura, nada sorprendente.
Pienso cómo se vería el libro que acabo de comprar, dejado sobre ella esperando que lo tome para abrir sus páginas y leerlo. O terminada la lectura, quedaría reposado como una rosa sobre la mesa. Caramba no me fijé si la numeración de las páginas figuran en el cabezote o al pie de la hoja.
Eso es trivial.
No para mí. No me gustaría bajar la vista para ver los ojos de alguien, en la zona del ombligo.
Búscalo en el bolso y compruébalo.
No puedo el libro está envuelto en papel de regalo, para hacerme cierta ilusión. Recuerda que mañana cumplo año.
Nunca lo he olvidado en doce años.
La mesa sería un buen regalo.
Tu regalo ya está en casa.
Toma: un beso como adelanto.¿ Por qué pondrían esta mesa sobre un tapiz?
Para que luzca competente.
Nunca las mesas de noche se colocan sobre alfombras.
Sin embargo, con las mesas de los muebles de sala, si faltara una alfombra total, se puede cubrir el área de la mesa de mueble, con una pequeña alfombra ovalada o de cualquier simetría.
Es cierto, las mesitas de noche no llevan estera.
Aquí no se ve mal.
Pero en el cuarto se vería horrible.
La originalidad, en estas cosas, comienza cuando se ensaya lo inesperado, lo nunca antes intentado.
Mira los motivos en la alfombra. Son libros abiertos y libros cerrados.
Ahora se comprende por qué está colocada sobre este pequeño tapiz. Tiene además, una flor en un florero en el ángulo derecho inferior.
De comprar la mesa llevaría también, la alfombra.
Bueno sería mandatorio.
Entonces no sería tan horrible.
No lo sería.
Pues compraré ambas cosas.
Mira lo que descubrí en la gaveta. Un compartimiento secreto, con su lave.
La mesita se las trae. Cualquiera diría que está hecha por Ismael Luciano.
La parte de abajo es cómoda para libros.
Y para revistas.
Tenemos que conseguir un catálogo de enseres de cocina. ( Alfaires de cuisine ).
Qué disparate.
Es algo que aprendí en francés.
¿Vas a comprar artículos de cocina?
Algunas cosas. Tazas platillos y sartenes.
¿Para que será este saquito granulado que dejaron en la gaveta?
Para la humedad. Evitar la humedad.
Siempre me ha parecido que estas cosas son inefectivas.
No agites el saquito con tus dedos.

¿ Necesitan, ustedes, ayuda?

No, gracias.
Te fijas por qué no debías blandir el saquito.
Lo comprendo.
Vamos a trasmitirle que queremos comprar la mesa de noche y la estera.
Vamos.
Pasen por la caja.
Necesitamos algún catálogo de enseres de cocina.
Nosotros queremos esa mesa de noche, la que está empaquetada no nos interesa.
Bien les daremos ésta.
Carmen : ¿ qué opinas de esta vajilla?
Tienes buen gusto no lo puedo negar.
Es que todas están bellísimas; habría que comprarlas todas.
Ni que fuéramos un almacén.Compremos ésta.
Veamos más opciones.
Faltan los sartenes.
Están más allá.
Sartén en francés, su escritura recuerda a la poesía.
¿Por qué?
Se escribe poele, con casilla sobre la e. Pero su dicción se aleja de ese sentido. [pual].
Pual qué no te callas.
Graciosa.
Estoy parodiando al rey de España.
Compraremos la vajilla. La primera que vimos, por el diseño oriental. Es una rareza.
Comiendo espaguetti con los finos palillos.
La cháchara de los clientes ha aumentado.
Parecen más numerosos.
Avancemos a ver más cosas.
¿Por qué la prisa?
Si hay algo que me interesa lo pueden agarrar ellos primero.
No tengas temor, en casa hay suficientes cosas.
Pero fíjate que hemos salido a comprar.
Doce años de colección, satura la vida.
Hemos convenido en que comprar es pasear.
Sí, y pasear no obliga a comprar.
Es verdad. A veces medito por qué compramos.
¿ No puedes detenerte ?
No puedo. O mejor dicho, me aguanto cuando no tengo dinero.
Vamos a pagar la vajilla y los sartenes. Los sartenes tienen revestimiento de teflón.
Cosa buena, hasta que investiguen si es carcinógeno.
Carcinógeno es todo, dado el caso de la contaminación totalizante.
Menos las flores y las hierbas silvestres si se cala de agua.
Es un alimento accesible.
Las flores se pueden comprar.
La hierba es un alimento que la humanidad alcanza gratis.
En algunos países existen pueblos o aldeas que no la poseen, son casi desérticos, muy áridos.
¿Cómo podrán vivir sin comprar ?

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Mi amor, ¿te acuerda de la mesita de noche que compramos hace algunos años?
Mírala sosteniendo una maceta de geranios rojos, en la terraza.

lunes, 10 de diciembre de 2012

Un sentimiento

Mi personaje preferido
mundialmente
es Nelson Mandela :
( 46664 ),
el alcón y la rosa,
por los aires de África.

Mi tenista,
Serena Williams.
La bola de tenis
también le corren
caminos.

viernes, 7 de diciembre de 2012

Seudo-música

Hay que decirlo sin trastabillar, el reggae y reggaeton no es música. Los que lo vocalizan no son cantantes. Tener derecho a interpretarlo es un tema oportuno para otra zona de discusión. Pero el reggae y el reggaeton son producto de una situación psicosocial, una creación originaria de Jamaica, que al principio pintoresca y, después torcida hasta reducirla a un "gabazo" o gazpacho con ausencia de talento.

Tanto la letra como la vocalización - sin entrar en los méritos de la cadencia y melodía de esta seudomúsica, porque en este aspecto tiene su estirpe en los ritmos rituales afro- culturales. Pero esa letra y vocalización es el salvoconducto a lo grotesco.

La gente ha querido pintar estimulados por los grandes pintores; clásicos y modernos, el resultado es una pléyade de baratijas, pacotillas y futilidades que abruman establecimientos, hogares y paredes. Así también ha ocurrido con la música de los reggaetonistas. El mundo sórdido de la drogadicción y la subcultura han parido el fenómeno. En la calle y en la barriada, así como en los caseríos se generaliza la seudo-música, que luego escala las emisoras, las grabaciones, los conciertos internacionales.

A los niños les apasionan los ritmos y los ademanes y gestos, igual que le atraen los monstruos y engendros horripilantes de los artistas diseñadores de las creaciones animadas y demás tecnicismos cinematográficos.

Los reggaetonistas ya tienen su propia indumentaria y exhiben una profusión de alhajas. Pero esto de atuendo y adornos es evolutivo y casi ritual. Los caballeros andantes los que  proyectan desde la Edad Media y los de ficción ostentaban, así como se muestra en Don Quijote, su propia vestimenta con yelmo o gálea o bacía, su armadura, una cruz pintada
o enhebrada, su escudo de origen en relieve, como un medallón sobre el pecho de la armadura, a veces, con alguna pedrería.

El payaso no necesariamente está obligado a vestirse con ropa tan extravagante, para ensayar alocuciones interpretativas, pero la tradición le asigna un traje propio de clown. Porque en la vida parece que todo lleva particular librea, desde el soldado hasta la enfermera.

Pues así los reggaetonistas lucen su ropa de luces como si fueran un torero. Nomás que bien ancha para arropar sus debilidades.
Cuando lleguen a cierta edad, ¿ cómo rememorizarán algún romance dulce y tierno al sentir nostalgia de su pasada juventud?

La festividad, la alegría, el furor, la euforia, la locura; extravagancia, contorsión, facundia; exaltación, balumba y la gritería que acompañaron la rumba y el mambo, se repiten en esta seudo-música en nuestros días.

Del sustento y desarrollo de esta burla musical naturalmente, responden, entre otros factores, los que ganan dinero con estas actividades.
Esta expresión histriónica derrocha sensualidad.

Es la situación o condición de lo insustancial y la futilidad, lo que desata la libido : " a ella le gusta la gasolina".

martes, 4 de diciembre de 2012

Exhibición surrealista - Bodegones de Carlos Mercado

"No hay tal cosa como naturaleza muerta de los bodegones. Cuando en ellos se presenta una fruta partida donde se ve su interior y, allí se muestran las semillas de su estructura, trasciende el mensaje del hálito vital porque dichas semillas representan la potencialidad de la vida. Todos los objetos que le puedan acompañar, están ahítos de significación semiótica que se van creando a sí mismo en cadena semántica infinita."
                                                       ( C. M. G.)


Me dispuse visitar la exposición. Subí los peldaños que van hacia la entrada del edificio. Cuando estuve junto al podio de una de sus columnas, miré hacia afuera para encontrarme con la vida. El cielo entre nubes y claro sol, los pájaros que cruzaban, los árboles dando a aquel ámbito de la ciudad, la ternura de la naturaleza. Vi también, toda aquella plasticidad : cablería eléctrica, los autos y furgones y multitud de objetos como rótulos, ropas exhibidas a la intemperie, para la venta, anuncios pegados a los postes, chapas de refrescos aplastadas por el tránsito; astillas de madera, vidrios de algún foco de auto impactado. Alguna que otra golondrina que anunciaban un verano próximo. Y la muchedumbre que se conducía nerviosa y expedita hacia sus intereses; en fin la vida obrando su fortuna.

Respiré lleno ya de un mundo exterior. Entré al museo, estampé mi firma, entonces caminé por un pasillo y de súbito me encontré frente a los primeros cuadros.
El arte es una dimensión espiritual que agrada y conforta como un dulce sueño.

Inicié la contemplación ordenando la agudeza de la vista. Confortando la disposición emotiva para alcanzar una lógica razonada. Entonces seguí los cuadros, primero disfrutando la impresión general, ésa que inmediatamente después desaparece porque se van descubriendo los detalles. Luego la ponderación de la obra aumenta y la imaginación del artista se hace exquisita. A esa altura, uno ya ha interpretado una buena globalidad de la pintura. Nunca se realiza el estudio de forma acabada. De la Gioconda todavía se siguen descubriendo detalles de su esotérica sonrisa. Hay quien dice que los relojes derretidos de Salvador Dalí, no es cómo el tiempo se estira, sino una negación del mismo. En el ámbito de la literatura como en la pintura, uno de sus valores consiste en que al paso de las épocas estas obras de artes van ganando quilates.

El cuadro que examinaba develaba un libro abierto que a su vez, representa una ventana con las celosías en claro por donde se asoma la existencia de un paisaje de río y árboles.
Pero en el filo de los enrejados estaba escrito un poema cuya primera estrofa se podía leer y los demás versos era una simulación de palimpsestos. de modo que el libro auguraba una ventana abierta hacia el mundo. La estrofa legible expresaba :

                                    La naturaleza
                                    extiende sobre sociedades,
                                    una verde mano
                                    de mágica beneficencia.

En un lugar conveniente, en el salón de la exposición, se destacaba un cajón de madera pulida de color rosado, que sostenía una enorme pipa o cachimba como de cuatro pulgadas de diametro en su redonda bocaza . Contenía una cantidad excepcional de picadura de tabaco y el intenso aroma saturaba el aire. En el redondel de la taza de la gigantesca pipa se asentaban seis pipas de tamaño normal incrustadas en forma invertidas para guardar un equilibrio : boquilla hacia adelante y boquilla hacia atrás. No se podría negar la originalidad y gracia de la conformación artística. Al lado sobre el tope rosado, despedía fulgores un guanín de cacique : disco de oro con exergo taíno. Naturalmente, un custodio armado vigilaba la exposición.