Al amarrarme blancas zapatillas.
Hice un gracioso lazo de cordones.
Era semejante a una florecilla.
Que abriera en primavera sus botones.
El raudo viento en agitación del juego,
mecía recio las blancas flores lazos.
Soltó los pétalos cordones, luego.
Y caí súbito tendido de brazos.
Risa boba estalló cándida en mí.
Contagió a todos con la hilaridad.
El dolor yo sólo también sentí.
No quedaron flores en soledad.
sino largos cordones desatados.
Y mi cuerpo de arena taraceado.
miércoles, 14 de junio de 2017
domingo, 11 de junio de 2017
martes, 6 de junio de 2017
SONETO A LOS CAMINOS QUE YA NO EXISTEN
Caminos; que están en nuestra memoria.
Epocas los borraron del contorno.
Ciego tiempo lo destinó a la historia.
Igual que una hogaza olvidada en frío horno.
Hoy rememoramos el viejo trillo
Con sus verdes naranjos a su vera.
Con sus frutos ya soleados de brillo.
Ofreciéndolos en la primavera.
Camino, collar de prendas opacas.
Tobas ahítas de siglos, deslustradas.
Mi recuerdo te mece en su honda hamaca.
Vives en el mundo de ninfas y hadas.
Enmarcado en añoranza y quimera.
La mente vigila que nunca mueras.
Epocas los borraron del contorno.
Ciego tiempo lo destinó a la historia.
Igual que una hogaza olvidada en frío horno.
Hoy rememoramos el viejo trillo
Con sus verdes naranjos a su vera.
Con sus frutos ya soleados de brillo.
Ofreciéndolos en la primavera.
Camino, collar de prendas opacas.
Tobas ahítas de siglos, deslustradas.
Mi recuerdo te mece en su honda hamaca.
Vives en el mundo de ninfas y hadas.
Enmarcado en añoranza y quimera.
La mente vigila que nunca mueras.
jueves, 1 de junio de 2017
YA NO ASUSTAN LOS APARECIDOS
Me dijeron unas señoras antiguas, que las santas y los aparecidos están angustiados por las muchas luces del pueblo.
Algunas noches húmedas y nubladas se ve en la cúspide del cerro de Cuba, una trémula luz verdosa.
Dicen las ancianas, que son las ánimas en retirada , tímidas y temerosas alejadas de la urbanidad, contemplando las luces de urbanizaciones y el paso abundante de los numerosos autos.
Dicen, que están tristes porque ya no pueden asustar.
Algunas noches húmedas y nubladas se ve en la cúspide del cerro de Cuba, una trémula luz verdosa.
Dicen las ancianas, que son las ánimas en retirada , tímidas y temerosas alejadas de la urbanidad, contemplando las luces de urbanizaciones y el paso abundante de los numerosos autos.
Dicen, que están tristes porque ya no pueden asustar.
viernes, 26 de mayo de 2017
EL CORCHO
Aquel amor se convirtió en un súber;
sobre las aguas de mi vida.
Esas aguas que a veces me topo
con poco sol y leve calígine.
Me sorprende flotando un vano corcho
de poros angustiados.
En ocasiones, aparece el corcho,
entre desechos de un triste patio;
unido débilmente al cuello de una botella.
sobre las aguas de mi vida.
Esas aguas que a veces me topo
con poco sol y leve calígine.
Me sorprende flotando un vano corcho
de poros angustiados.
En ocasiones, aparece el corcho,
entre desechos de un triste patio;
unido débilmente al cuello de una botella.
miércoles, 24 de mayo de 2017
/QUE VAS A CANTARME ?
Era una mañana de sol colegial.
Tú buscaba que yo cantara.
Casi me concitaba
contra mi voluntad.
Deseabas escucharme.
Yo estaba convencido que no cantaba.
Me habían oído entonar
a orillas del lago.
Tú tenías esas noticias.
Entonces, te enfadaste.
Tú buscaba que yo cantara.
Casi me concitaba
contra mi voluntad.
Deseabas escucharme.
Yo estaba convencido que no cantaba.
Me habían oído entonar
a orillas del lago.
Tú tenías esas noticias.
Entonces, te enfadaste.
miércoles, 10 de mayo de 2017
ARRIBAMOS A LOS CINCUENTA
Mi esposa Haydée Miranda Cuevas y yo, Carlos M. Mercado Galartza tenemos 50 años de casados. Ella es gerontóloga, graduada con Alto Honor. Ha transcurrido esa parte de la vida con altas y bajas, lo normal. Hemos probado la uva agraz y la uva en sazón del empirismo vital. Estos lazos trajeron frutos: La hija, Ayda M. Mercado Miranda, Ing. Química, Carlos G. Mercado Miranda, Ing. de Computación, ambos graduados del C. A. A. M. ,U. P. R. Crecieron en ambiente de moralidad y de virtudes espirituales amando la humanidad. También adoramos al único nieto, Carlos I. Mercado Lloréns, que iniciará estudios universitarios. Por mi parte, es posible que no vuelva a cumplir 50 más.
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