jueves, 11 de diciembre de 2014

Paradigma, una aclaración

Un antiguo alumno, hijo de mis entrañas, escribió un breve texto en su teléfono celular, que fue objeto de una tertulia en mi casa.

El escrito dice ;" Hoy nos levantamos con el paradigma eterno que si el pueblo o los partidos... qué bien sería preguntarnos esto el día de las elecciones ".

El motivo de la argumentación fue la palabra ( paradigma ). Para mi opinión no procede ni es portadora de la preocupación reflexiva de los sujetos en el escrito. Paradigma es claramente un modelo o algo ejemplar. Aquí se habla de escoger entre dos situaciones ; es decir, alternativas o disyuntivas.

Es cierto que el vocablo paradigma puede aplicarse a un grupo ordenado de diversas formas en que pueden aparecer ciertas palabras, p. ej. los verbos.

Agrupándolos de la siguiente forma :
          en presente :
          yo amo
          en pretérito imperfecto :
          yo amaba
          en futuro perfecto :
          yo habré amado
Y los demás tiempos y modos...

Estos verbos así dispuestos vienen a ser un paradigma o sea : un modelo de conjugación.

También un paradigma puede ser elementos de una clase gramatical, que puedan aparecer en un mismo contexto. Si presentamos, p. ej., en un solo tipo gramatical, unas características y funciones de los nombres dentro de un paradigma específico : el nombre como núcleo del sintagma nominal, investido por su naturaleza :

           nombre propio ( Carlos )
           nombre común ( hombre )
           nombre abstracto ( virtud )
           nombre ambiguo ( el mar, la mar )
           nombre epiceno ( la pantera ) Puede referirse a macho o hembra.
Así sucesivamente.
Como se ve, este grupo específico de nombres constituye un paradigma porque es modelo o ejemplo de su serie o función.

La palabra paradigma puede aplicarse a los principios filosóficos o a principios científicos, pero si ambos, filosóficos o científicos están agrupados o ensayados como modelos a seguir, de otra manera no serían paradigmas.

Se le aplica el mismo tratamiento que caracteriza a la partitura. Si contemplamos una partitura de Beethoven, ésta no es música, es sólo un lenguaje de signos. Si esta partitura o sistema de signos se lleva a la interpretación mediante instrumentos musicales, entonces se transforma en música.

Igual ocurre con una obra de teatro. Si está impresa en un libro, es literatura narrativa. para que sea realmente teatro habría que llevarla a escenas con los actores y actrices, acompañada de coreografía.

Igualmente pasa con la palabra paradigma o paradigmático, si no hace la función de ejercer como modelo o ejemplo, no puede usarse.

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